Beisbol Cubano

Saturday, May 19, 2007

Ojos y oídos en el Guillermón Moncada

VIVEN santiagueros y capitalinos la mayor euforia en su larga historia beisbolera, prerrevolucionaria y después de 45 series nacionales, a la que no escapan los restantes territorios que conforman el verde caimán.El Guillermón Moncada está listo para el gran acontecimiento deportivo del momento en Cuba, desde hace algunos días en vilo por las tensiones y expectativas despertadas por cada duelo entre estos tradicionales rivales, incluso por los que con anterioridad sostuvieron para llegar a este culminante momento. Si afirmamos que Cuba entera se paralizará este miércoles a partir de las 20:00 horas, no estaríamos exagerando; al contrario, solo expresaríamos el sentir de millones de aficionados desde la Punta de Maisí hasta el Cabo de San Antonio, agrupados bajos las banderas de los Leones de Industriales y las Avispas de Santiago de Cuba, que van al sexto juego de siete, con las mismas alineaciones del último pleito, según anunciaron sus timoneles antes de abandonar la capital y ratificadas a pocas horas del crucial enfrentamiento.Como nunca antes, las calles de la mayor urbe del país, reflejaron tantas expresiones de júbilo, no solo al calor de los triunfos de los Azulejos, sino también cuando las medias rojas se despidieron con ventaja y dispuestas a no perderla en su tierra, donde se aprecia un entusiasmo extraordinario, sin parangón. De hacer prevalecer la ventaja 3/2 que exhiben, los santiagueros se transformarían en campeones por séptima vez, a partir de la XIX Serie, en que Manuel Miyar los condujo. De ahí en adelante, Higinio Vélez registró cuatro (XXVIII, XXXVIII, XXXIX y XL) y Antonio Pacheco uno (XLIV). Por tercera vez consecutiva, en el diamante del bello cuartel general de las Avispas se definirá la corona por la que cada temporada luchan 16 contendientes, en esta oportunidad a cargo de los mismos protagonistas de la lid precedente, cuyo saldo definitivo correspondió a los visitantes, al imponerse por cuarta vez, para su décimo primer gallardete. ¿Devolverá el anfitrión la moneda? Con especial pasión, eso esperan los santiagueros, como lo demuestran en centros de trabajo, peñas, esquinas e incluso en hogares, donde hasta las amas de casa están al tanto de lo ocurrido en los dos parques de mayor capacidad del país, Latinoamericano y el Moncada, congestinados con más de 200 000 personas, apoyando a sus jugadores con banderines, pulóver, gorras, carteles, pitos, cornetas, y todo lo que sea necesario para alegrar el ambiente, acompañados de diferentes aportes musicales, en los que ha estado presente como plato fuerte el ritmo pegajoso de la conga.Según narró el fotorreportero Ángel Yú desde la capital indómita, los alrededores del Moncada amanecieron inundados de público, no solo en espera del juego, sino también por presenciar las prácticas de Santiago e Industriales, cuyos mentores hicieron declaraciones, después de confirmar alineaciones y abridores:«Ha sido algo fenomenal esta finalísima; como jugador participé en varias y como manager estoy en la tercera, y ninguna ha reflejado tanto furor y entusiasmo, como esta», dijo el santiaguero Pacheco. «El colorido, la rivalidad de los jugadores, el sentido de territorio que defienden y la disciplina, así como las iniciativas puestas en función del espectáculo, resultan elementos importantes para aumentar la rivalidad y alegría en cada recinto», agregó.También se refirió al sentir de los jugadores y el comportamiento del público...«ellos han reciprocado a todo ritmo ese apoyo con demostraciones excepcionales y la afición ha demostrado un comportamiento elegante, y no obstante algunas excepciones, todo ha transcurrido en un verdadero clima a amistad y mutuo respecto. Hoy lo daremos todo por el triunfo que necesitamos; pudieran actuar de relevo Rivera y Bicet, de fallar Carrión».Como señaló Pacheco, ese caro objetivo buscará el zurdo Carrión, abridor del segundo choque, pero no ganador, aquí en su patio. Aquella noche, el siniestro oriundo de esta ciudad, no tuvo un feliz comportamiento, al tolerar cuatro limpias de cinco, con siete indiscutibles, en cuatro y un tercio de actuación. Tampoco el abridor rival, Deinys Suárez, quien ha sido ratificado para defender la posible última oportunidad de su equipo, pudo cumplir, pues mal defendido aceptó cuatro, una limpia, con siete hits, en cuatro episodios. Las palmas se las llevó Alberto Bicet, gracias a efectivo y dramático y discutido cuadrangular del inicialista José Julio Ruiz, con dos compañeros en los senderos frente al derrotado Yadel Martí, en el octavo. «Todos están listos para obligar al séptimo juego. Deinys confía en el brazo y sus compañeros en proporcionarle las carreras necesarias. Todos unidos como los mosqueteros. Mañana será Asley y se fuera necesario hasta yo mismo», expresó Anglada jocosamente. «Industriales juega bien aquí, como Santiago en el Latino. Debe resultar un señor partido y vamos a ganarlo. Mañana la historia será otra, contada por el nuevo campeón».La efervescencia beisbolera que en estos momentos se siente, no tiene antecedentes en la historia del clásico, después de 46 largas contiendas. ¡Hurra por el béisbol!

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